Torrentes ebullicientes de mantos
acuíferos, palabras que se hacen
agua, silencios de ríos cautivos
que siempre fluyen, que cultivan
el aroma del ébano y despiertan
al eucalipto; manantial de la tierra
que se urge a sí mismo en su tránsito,
que se bebe en gotas su propia sed...
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